El pasado sábado 3 de octubre armaron en el DF el 2° evento de lo que se bautizó en Perú como Tildetón. Acudieron unas veinte personas y el Tildetón fue un éxito. Tanto, que salieron en Televisa. ¿Por qué? Por violar el artículo 26 del reglamento de cultura cívica.
Pablo indica en su blog "no buscamos que fuera así, pero así se dio y hay que mirarlo por el lado bueno. Aunque era lógico que existiera, no esperábamos que el reglamento para la señalización pública pudiera interpretarse de esta manera tan ortodoxa, más aún habiendo visto en multitud de ocasiones cómo policías nos veían actuar sin inmutarse".
Tras colocar una decena de acentos en negocios particulares previo consentimiento de sus respectivos dueños, una de las colaboradoras, Brenda Herrera, estudiante de 19 que venía con su maestra como parte de un trabajo, hizo lo propio sobre el callejero de “República de Brasil”. Llego la Brigada Antigraffiti y se llevó a Brenda y a Pablo. Los gritos de apoyo antes de entrar en la patrulla y las opiniones expresadas por los viandantes a los agentes nos dieron aire para todo el camino. Al fin, Pablo evitó la multa porque en realidad no pueden culpar a dos individuos por pegar un mismo acento, pero AP (no, no somos ningún negocio multimillonario ni tenemos siquiera un fondo común) va a hacerse cargo de la multa de Brenda, a quien momentáneamente cubrió el amabilísimo director de su escuela, el maestro Toño Galván.
En la política ortográfica que establecimos libremente queda muy clara nuestra intención proactiva y de no confrontación. Por eso, el sábado se acató desde el primer momento la decisión de los agentes cuando estimaron que estábamos incurriendo en una falta. Por eso y porque estaban seguros de que aquello solamente haría bien al proyecto, pues una nimiedad burocrática intentaba eclipsar un problema de mucho mayor calado. Claro que el hecho de que la infracción estuviera subsanando un error de ortografía no consta como atenuante alguno. (¿Alguien conoce algún reglamento ortográfico sancionador?) Desde su blog Pablo explica que lamentan haber interrumpido a tanta gente aquella tarde que estaba siendo provechosa. "Pero pensamos que, bien mirado, esto generaría debate y lanzaría al aire una gran pregunta para que todos podamos opinar".
A partir de este momento es nuestra intención indagar acerca de las leyes vigentes que pudieran afectar a nuestro movimiento para obtener un permiso de intervención de espacios públicos. Los once blogs de Acentos Perdidos estamos recorriendo un camino inexplorado y veremos si al fondo hay luz. En el DF, esperan poder contar con el oficio y, de esta forma, entrar en la legalidad rigurosa de la que nunca fueron muy conscientes de haber salido.
Constatación gráfica en http://www.facebook.com/home.php#/photo.php?pid=9257051&id=760280187
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Acentos Perdidos España apoya el agradecimiento público de Pablo Zulaica al tiempo que los veinte asistentes dedicaron a corregir las calles de su ciudad y a apoyar en el momento del incidente, muchos de ellos aún en el anonimato (¡alcen la mano!), así como a los estudiantes Hugo Argumedo y Paulina y Brenda Herrera. También a los maestros Toño Galván, Alejandra del Castillo y Homero Ventura, así como la inestimable ayuda de la abogada Sandra Ventura y la comprensión y la paciencia de los padres de Brenda.
lunes, 5 de octubre de 2009
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